LOS ÁNGELES – La vida de Sandro Flores cambió cuando su madre se enfermó. Pasó de estudiar microbiología a trabajar en un Carl’s Jr., dedicando largas horas y dobles turnos.
Flores se ha convertido en defensor de una medida de California para crear un concejo de comida rápida, compuesto por un número igual de representantes de la industria y los trabajadores. De esta forma, el concejo establecería salarios mínimos, mejoraría y regularizaría las condiciones de trabajo.
El gobernador Gavin Newsom firmó el Convenio de Responsabilidad y Recuperación de Estándares de Comida Rápida (AB 257) que aprobó la legislatura a principios de septiembre. La medida brinda más beneficios a trabajadores de la industria de comida rápida donde trabajan principalmente estudiantes e inmigrantes. La medida también sirve como un modelo para otros estados como Arizona en donde el salario mínimo es de $12.80 por hora.
“Nos ayudaría a todos a ser incluidos y tener una voz”, dijo Flores. “Nos daría un asiento en la mesa”.
A principios de septiembre, Flores se unió a otros trabajadores de comida rápida afuera de un McDonald ‘s cerca del centro de Los Ángeles para celebrar la aprobación del proyecto de ley.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos, y la Asociación de Restaurantes de California se opusieron a la medida argumentando que incrementa los costos a los dueños de las franquicias y a sus consumidores. La Asociación de Restaurantes de California fue una, de la larga lista de opositores que se unieron para detenerla tomando parte en la coalición (Stop AB 257 Coalition). El portal de internet de la coalición publicó que “Afectaría una gran variedad de diversos restaurantes locales”.
Los defensores de la medida dicen que impacta de una manera positiva y beneficia a todos los empleados que ganan un salario mínimo y que trabajan en la industria de comida rápida.
De acuerdo a un grupo que lucha por el salario mínimo. La industria de comida rápida de California está compuesta por un 80% de personas de color, más de un 60% de latinos, y dos tercios de mujeres.
El concejo permitiría aumentar el salario mínimo por hora a tan alto como $22, para fines de 2023. El concejo de 10 miembros estaría compuesto por cuatro escaños ocupados por representantes de la industria, cuatro ocupados por trabajadores y dos por funcionarios estatales.
Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Harvard y la Universidad de California, San Francisco, encontró que los trabajadores de comida rápida del estado reciben un pago de $3 por hora menos, comparado con los trabajadores del sector de servicios. Además, indica que enfrentan niveles relativamente más altos de inestabilidad de horarios. Como resultado, tienen más del doble de probabilidades de vivir en la pobreza que otros trabajadores y más probabilidades de depender de la asistencia pública.
Los trabajadores dicen que la medida no se trata solo de mejores salarios.
“Nadie sabe lo que realmente sucede dentro de estos restaurantes”, dijo María Rosa Bañuelos, una trabajadora de McDonald ‘s, después de una conferencia de prensa en la que celebraron la aprobación de la medida. “Por cada pequeña cosa quieren castigarte y darte una advertencia”.
Los activistas dicen que los trabajadores indocumentados tienen miedo de hablar. Flores y Bañuelos dijeron que los gerentes no permiten a sus empleados tomar descansos para beber agua, y que se quejan cuando los trabajadores van frecuentemente al baño.
Todavía está por ver cómo esta medida en California influenciará el incremento del salario mínimo a nivel nacional. El salario mínimo de Arizona es $12.80, sin embargo, el salario cambia por ciudad. De acuerdo a la Comisión Industrial de Arizona, Tucson planea aumentar el salario mínimo a $15 en 2025, En Flagstaff el salario mínimo es de $15.50.
Los trabajadores dicen que merecen recibir un mejor pago.
“¿Cómo puede ser que como trabajadores esenciales, somos los que menos ganamos de todas las industrias?”, Flores preguntó.