PHOENIX – Cuando la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) quiso clasificar por primera vez el kratom, una sustancia vegetal, como “droga preocupante” en 2016, se encontró con una resistencia que le llevó a retirar esa designación. Desde entonces, ha habido un debate continuo sobre si el kratom ayuda o perjudica a las personas.
El público, los médicos y los expertos forman parte de este debate. Aaron, residente de Scottsdale consumía kratom, y ahora reflexiona sobre su experiencia: cómo la sustancia le resultó útil y nociva a la vez.
La fotografía, la patineta y pasear a su perro son algunos de los pasatiempos favoritos de Aaron. Él dice que son formas más naturales y sanas de afrontar los factores estresantes de la vida y “los retos de la realidad” que conlleva tener una adicción y problemas de salud mental.
Después de lidiar con un trastorno por consumo de alcohol durante dos años, Aaron pensó que probar el kratom como alternativa a la bebida –como sugería el anuncio que vio en Instagram– parecía una buena idea. Por motivos de privacidad, Cronkite Noticias no utiliza el apellido de Aaron.
“Cuando probé el kratom, fue como si me subiera el ánimo. Me hizo sentir más feliz y también me quitó algunos sufrimientos internos”, dijo Aaron. “La razón por la que quería escapar de la realidad es porque, si estás en la adicción, durante años y años, le haces daño a mucha gente, cometes muchos errores, haces cosas que desearías no haber hecho nunca”.
Derivado de un árbol originario del sureste de Asia, el kratom tiene diversos usos en ceremonias socio religiosas y con fines médicos para combatir la fatiga, aumentar la energía y tratar la dependencia de las drogas, según un artículo de BioMed Research International.
Los productos de kratom incluyen polvos, píldoras, hojas y extractos.
La DEA no ha incluido el kratom ni sus componentes químicos en la lista de sustancias controladas, por lo que se puede comprar –en línea y en tiendas expendedores de tabaco– en algunos estados del país, pero la mayoría tienen restricciones de edad. Arizona limita la venta a mayores de 18 años y prohíbe la venta de kratom alterado con una “sustancia no kratom” que pueda dañar al consumidor. El estado también exige etiquetas para los productos que contienen kratom, incluso cuando se venden como suplemento dietético.
La experiencia de Aaron consumiendo kratom
Aaron, de 22 años, compró su primera botella de “feel free”, un producto líquido etiquetado como suplemento herbal que contiene kratom, en una tienda expendedora de tabaco en octubre.
Él describió tener mejor humor, sentirse animado y más sociable después de tomar la dosis recomendada de 3,5 gramos de kratom al día.
Al cabo de una semana, Aaron se dio cuenta de que estaba desarrollando una “obsesión mental” de tener que consumir kratom para sentirse normal. Esto le llevó a seguir aumentando su dosis diaria, dijo.
“Tomaba kratom tanto como bebía”, dijo Aaron. “Lo reanudé justo donde lo había dejado”.
Después de tres meses de consumir 21 gramos de kratom al día, o a veces hasta 40 gramos, Aaron experimentó efectos secundarios negativos.
Aaron dijo que cuando se levantaba por la mañana con determinación a dejar de consumir kratom, se sentía luego ansioso, intranquilo, fatigado y deprimido.
Algunos efectos físicos que Aaron declaró sentir fueron náuseas. Según la DEA, los consumidores también pueden experimentar comezón, sudoración, sequedad de boca, estreñimiento, aumento de la necesidad de orinar, taquicardia, somnolencia y pérdida de apetito.
Debido a sus dos componentes químicos principales, la mitraginina y la 7-hidroximitraginina, el kratom tiene efectos adictivos y de comportamiento similares a los opioides en los consumidores, según un artículo publicado por la revista Molecules en octubre.
Sus efectos dependen de la dosis. Mientras que pequeñas dosis se asemejan a los efectos estimulantes de drogas como la cocaína o las anfetaminas, dosis mayores se asemejan a los efectos sedantes-narcóticos de los opioides, según un artículo científico de 2015 sobre el kratom publicado en BioMed Research International.
Es difícil calcular una dosis segura de kratom, ya que parece que no existen suficientes investigaciones que determinen cuánto se necesita para provocar una sobredosis. Aunque rara vez ocurren, hay muertes por sobredosis no intencionales relacionadas con el kratom, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
Entre julio de 2016 y diciembre de 2017, el Sistema Estatal de Notificación de Sobredosis de Drogas No Intencionadas contó casi 27.400 muertes por sobredosis en 27 estados. De ellas, 152 dieron positivo por kratom en un examen médico; en 91, se determinó que el kratom fue la causa de la muerte y el kratom fue la única sustancia que se consumió en siete de esos casos.
Estatus legal de kratom
En 2016, la DEA anunció sus planes de clasificar el kratom como sustancia controlada de la Agenda 1, determinando que no tiene un uso médico aceptado y que tiene un alto potencial de abuso.
Un año después, el Departamento Federal de Salud y Servicios Humanos publicó una carta apoyando la prohibición. Las sanciones se toparon con la resistencia de organizaciones activistas, legisladores y el público en general.
“Estos argumentos sobre la seguridad del kratom deben ser examinados más de cerca”, dijo Mac Haddow, investigador principal sobre políticas públicas de la Asociación Americana del Kratom. “Necesitan ser sometidos a una ciencia más rigurosa y limitarse a aceptar lo que dice un médico forense no es, por desgracia, dar un informe preciso a las familias que están involucradas en estas cosas”.
La Asociación Americana de Kratom, que dice representar a 3 millones de consumidores de kratom en EE.UU., emitió una declaración pidiendo medidas correctivas sobre el aviso de salud pública por el FDA sobre el kratom del 2017.
Haddow afirmó que la clasificación de la FDA del kratom como sustancia sin fines médicos es “injustificable”, ya que la última evaluación demostró que la gente lo utiliza para automedicarse contra el dolor crónico, los trastornos psiquiátricos y los síntomas de abstinencia.
Más de 130.000 personas firmaron una petición para la Casa Blanca oponiéndose a la prohibición del kratom en 2016 y un grupo bipartidista de 51 congresistas –entre ellos el representante de Arizona Paul Gosar y el entonces representante Matt Salmon, ambos republicanos– enviaron una carta a la DEApidiendo que se retrasara el proceso y se tuvieran en cuenta las opiniones del público y de los investigadores.
Por el momento, el FDA no ha aprobado el kratom para ningún uso médico ni como suplemento dietético; sus normativas estatales varían, pero continúan las iniciativas de investigación para su consumo.
La Dr. Michelle Ruha, jefa del Departamento de Toxicología Médica de Banner – University Medical Center de Phoenix, dijo que no quiere desacreditar los beneficios del kratom, pero que ve más problemas médicos asociados con la sustancia.
“No está regulado, así que cuando compras una botella de kratom en cualquiera de sus formas, no tienes ni idea de lo que estás adquiriendo”, dijo Dr. Ruha. “No sabes si es kratom. No sabes la pureza, la potencia, no sabes si hay contaminantes… En cuanto a la potencia, puede que no haya kratom o puede que en realidad haya mucho más de lo que encontrarías de manera natural”.
Aspectos positivos del kratom
Al menos 1.9 millones de personas en EE.UU. consumen kratom para mitigar los síntomas del dolor, la ansiedad, la depresión y la abstinencia de opioides, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.
Janiece Rice, de Mesa dijo que consumía kratom. Lo hacía, dijo, para aliviar el dolor.
Como contadora y propietaria de YAME (Your Accounting Made Easy) Consultoría, pasaba la mayor parte del día sentada en un escritorio frente a la pantalla de una computadora lo que le provocó dolor de hombros y de cabeza. Su médico le recetó Vicodin, un narcótico utilizado para tratar el dolor que contiene paracetamol e hidrocodona.
Debido a los efectos secundarios del Vicodin, entre ellos náuseas, vómitos, estreñimiento y mareos, Rice hizo una búsqueda en internet por una sustancia natural que aliviara el dolor y encontró el kratom.
Para Rice, el kratom sustituyó otros medicamentos –Topamax, anticonceptivos, Ambien, ibuprofeno y muchos más– que trataban sus migrañas, dolores menstruales, depresión y tendinitis.
“Para mí, en realidad no es diferente (a otros analgésicos), siempre que tomes dos (pastillas) y no todos los días”, dijo Rice. “No es diferente a tomar Tylenol. El Tylenol es tan malo para el hígado como cualquier otro medicamento”.
Ya que Rice tomaba un promedio de ocho pastillas cada día, el kratom empezó a causarle problemas en el hígado, por lo que decidió dejar de tomarlo.
Rice afirma que la creciente popularidad del kratom lo está haciendo más accesible para los jóvenes, pero advierte de que es muy adictivo cuando se toma en dosis elevadas.
Los recursos que Aaron utilizó para su recuperación
Tras contarle a su madre de su adicción, perder su trabajo y abandonar la universidad, Aaron decidió buscar ayuda para combatir su adicción al kratom. Con el apoyo de su familia, se internó en el centro de desintoxicación Calvary Healing Center en Phoenix.
“La recuperación es sin duda lo mejor que he hecho en mi vida. Estar sobrio”, dijo Aaron. “Tengo días malos. Tengo días buenos. Pero mi peor día sobrio es mejor que mi mejor día consumiendo. [La diferencia es como] la noche y la mañana de cómo es mi vida ahora y cómo era en el pasado”.
Aaron acude a las reuniones de Alcohólicos Anónimos para recordar su adicción y continuar con el programa de los 12 pasos, un plan basado en el compañerismo que ayuda a las personas a superar la adicción, evitar los detonantes y llevar una vida sana.
En su habitación, Aaron guarda una hoja de papel pegada a una pizarra en la que se lee “Qué/quién era yo antes de las drogas/el alcohol”. Fiable, despreocupado, alegre, seguro de sí mismo, divertido y enérgico son algunas de las palabras con las que se describe a sí mismo.
Aaron dice que cada día se esfuerza y toma la decisión de no volver a caer en la adicción. Está retomando las riendas de su vida y está entusiasmado con lo que le espera en el futuro, incluido su plan de inscribirse en la universidad el próximo semestre.