LOS ÁNGELES – La epidemia de opiáceos ha afectado a todas las razas, pero cuando se trata de buscar tratamiento, algunos grupos minoritarios están en clara desventaja, dijo un panel de expertos en un foro reciente en línea.
Los adictos que quieren dejar su hábito en comunidades predominantemente blancas tienen más acceso a tratamientos para llevar a casa, mientras que aquellos que viven en comunidades con gran cantidad de minorías generalmente deben depender de clínicas, lo que dificulta la recuperación.
Los estudios muestran que las personas blancas generalmente pueden acceder fácilmente a medicamentos como la buprenorfina, un plan de tratamiento para llevar a casa, mientras que las minorías raciales tienen que buscar tratamiento en las clínicas de metadona.
Los dos medicamentos ayudan a los adictos a reducir y tratar su dependencia a los opiáceos como la heroína o los opiáceos sintéticos como fentanilo.
“El acceso a estos dos medicamentos está segregado racialmente, los communidades con mayor proporción de residentes de la raza negra e hispanos tienen más acceso a la metadona pero menos acceso a la buprenorfina, mientras que los comunidades con una mayor proporción de residentes blancos tienen más acceso a la buprenorfina,” dijo Magdalena Cerdá, profesora de la división de epidemiología del Departamento de Salud de la Población de la Facultad de Medicina Grossman en NYU. “Hay una desigualdad racial real.”
Cerdá habló como parte de un panel presentado por el Centro de Periodismo de Salud en la Universidad de California Sur el 31 de enero.
“Con la buprenorfina, puedes obtener una receta de tu médico y puedes consumirla en tu hogar en tu tiempo libre,” dijo Cerdá. “Con la metadona, tienes que ir a una clínica disponible, especialmente al principio, a veces todas los días y es un ambiente muy punitivo donde consumes estos medicamentos.”
Con los opioides sintéticos, como las drogas mezcladas con fentanilo, que dominan los mercados ilegales, las autoridades se están enfocando en lo que llaman “reducción de daños,” poner énfasis en el acceso a medicamentos y tratamientos para prevenir sobredosis fatales y curar la adicción. Es por eso que los problemas de acceso a la metadona y la buprenorfina se vuelven tan importantes.
Danielle Russell, estudiante doctorada en estudios de justicia en Arizona State University, participó con investigadores de University of Arizona y otros para analizar si los arizonenses tenían acceso a la metadona y la buprenorfina durante la pandemia de COVID-19. Descubrieron que ni un solo participante en el estudio recibió las dosis para llevar a casa de metadona de 14 o 28 días permitidas por el gobierno federal. Todos los participantes sintieron que las visitas diarias a la clínica perturbaron su día, los expusieron al virus y fueron injustos durante la pandemia, según el estudio publicado en octubre pasado.
Un estudio publicado en la revista médica JAMA Psychiatry en 2019 encontró que el tratamiento con buprenorfina está “concentrado entre personas blancas y aquellas con seguro privado o que pagan por cuenta propia.” Otro estudio, uno realizado en 2017 por la Universidad Case Western Reserve y dos hospitales universitarios, mostró que más de la mitad de los médicos en Ohio que recetan buprenorfina solo aceptaban efectivo, creando una barrera adicional en las comunidades de bajos ingresos.
La Facultad de Medicina Grossman de la NYU estudió el acceso comunitario a la medicina preventiva. Encontraron que 87% de las personas con adicciones a opioides no reciben medicamentos necesarios para combatir su enfermedad. El estudio demostró que los estados que han ampliado sus políticas de Medicaid no solo han experimentado un aumento en el acceso al tratamiento, sino también han visto una disminución en las sobredosis de heroína y opioides sintéticos.
Arizona tuvo 3,246 sobredosis de opioides el año pasado, pero 1,631 muertes, informa el Departamento de Servicios de Salud de Arizona.
Durante la pandemia de COVID-19, las sobredosis crecieron. En 2020, 68,630 murieron por sobredosis de opioides en los Estados Unidos, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.
Scott Higham, un reportero del Washington Post que cubrió la epidemia de opioides y escribió un libro, dijo que el fentanilo ahora domina la producción de opioides sintéticos.
“El fentanilo es la droga más rentable en el mercado negro,” dijo Higham durante el panel de la USC. “El fentanilo puede ser muy barato. puedes hacerlo en la bañera de tu casa.”