PHOENIX – Blanca Abarca, líder ambientalista de la organización Chispa Arizona, prepara el jardín comunitario para la llegada de la primavera en un huerto rentado por Chispa, con el propósito de enseñarle a su comunidad a sembrar y cultivar sus propios alimentos de una manera sustentable como lo hacían sus ancestros.
El espacio fue rentado por Chispa en un lugar llamado “Spaces of Opportunity Garden” en el sur de Phoenix, con el fin de realizar eventos de jardinería algunos fines de semana. Las personas de todas las edades puedan reunirse a aprender de esta práctica, y a su vez, disfrutar de un momento agradable en familia.
Al momento de llegar al evento, las familias encontrarán las herramientas necesarias como mangueras, rastrillos, escobas, cortasetos y tijeras para ramas, que podrán ser utilizadas para todo aquel que quiera participar. Adicionalmente, las personas podrán deleitarse de ver una explosión de colores en los jardines con el florecimiento de las plantas.
“Antes que existiera la palabra ciencia, la humanidad sobrevivía con sus enseñanzas, sus estrategias, con su comida y con su medicina”, dijo Abarca. “Todo eso nos lo proporcionaba nuestra madre tierra”.
Abarca, quien promueve los eventos de jardinería, dice que otro de sus propósitos es ayudar a concientizar a su comunidad acerca de cómo el cambio climático y la contaminación están afectando al mundo.
Según el informe de Gardening in a Changing Climate, los jardines brindan funciones importantes como el bienestar social y la conservación de la vida silvestre. También brindan servicios ecosistémicos como la mitigación de inundaciones en las áreas urbanas.
Con la llegada de la primavera, muchas plantas mostrarán toda su belleza. Al mismo tiempo, afrontarán desafíos a causa de los cambios dramáticos del clima, que se han ido experimentando en los últimos años como resultado de las emisiones de gases de efecto invernadero, según un informe.
Alondra Morales forma parte del grupo de voluntarios que participan en los eventos de jardinería liderados por Abarca. Ella dice que el deseo de aprender más acerca de jardinería fue lo que la motivó a asistir a los eventos, y añadió que su participación se lleva a cabo porque considera que es esencial darle valor a la tierra.
“Al tener estos jardines y espacios en la comunidad, es como hacer justicia ambiental”, dijo.
Alondra Morales se refirió a los jardines como una de las soluciones para afrontar los retos del clima porque crean más espacios verdes, los cuales son indispensables para la producción de alimentos nutritivos. Y al producir alimentos nutritivos se garantiza la seguridad alimentaria de las personas, dijo.
“Es importante dar a la tierra para recibir de la tierra”, expresó. “Pienso que es un balance, por eso quiero dar”.
El informe de la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura asegura que una tierra saludable alimenta al mundo porque proporciona nutrientes necesarios como minerales y agua para la vida vegetal y animal. También enfatiza la importancia de los suelos saludables como aliados cruciales para un futuro sostenible.
Abarca dijo que ellos siembran semillas que no han sido sometidas a tratamientos químicos. Así se logra tener una producción 100 % orgánica.
“Nosotros sembramos las semillas que nosotros mismos guardamos”, dijo. “No hay una manipulación genética en cuanto a esas semillas”.
Cabe mencionar que lo que es conocido como manipulación genética de plantas, se refiere a los cambios genéticos que ocurren en laboratorios. Estos cambios generan un gran debate con respecto a sus beneficios y problemas.
Entre los posibles beneficios está el crecimiento más rápido en las plantas, el aumento en el suministro de alimentos a un costo reducido y el cultivo de plantas resistentes a las sequías y enfermedades.
Por otro lado, algunas personas sospechan que el aumento de plagas y la aparición de alergias en consumidores pueden ser parte de los problemas de la manipulación genética de plantas. Aunque la ciencia en los EE. UU. dice que no hay efectos dañinos, los organismos genéticamente modificados son prohibidos en partes de Europa.
Abarca mencionó que en la actualidad hay un desbalance total con relación al cambio climático, por lo que la naturaleza, los animales y los mismos humanos se confunden.
“Cuando nosotros sembramos, nuestros productos se retrasan o se adelantan demasiado, o no hay suficiente productividad”, dijo.
La relación de la jardinera con el medioambiente es totalmente importante y necesaria, dijo Abarca. Y cuando en un jardín se empieza a sembrar libre de químicos y pesticidas, se está haciendo una diferencia para el cambio climático.
“Cuando sembramos en un jardín, solo utilizamos la pachamama, el aire, el sol y el agua”, dijo.
Nicole Morales, directora de compromiso cívico de Chispa Arizona, criticó a la ciudad de Phoenix por trabajar más en obras de construcción en lugar de crear más áreas verdes que es lo que proporciona mejor calidad de vida.
“Hay mucha contaminación en diferentes comunidades en Phoenix”, dijo. “En esas mismas comunidades miras que los parques casi no tienen árboles”.
Al crear áreas verdes, dice Nicole Morales, se están creando espacios limpios donde se puede convivir el uno con el otro, y el jardín es uno de esos recursos indispensables que puede contribuir con eso.
Además de ayudar en generar un ambiente saludable, los espacios verdes también ayudan a prevenir enfermedades provocadas por la contaminación ambiental que afecta la salud física y mental de las personas, deteriorando sus vidas.
“Teniendo más áreas verdes, la gente sale a caminar, hace ejercicio”, dijo Abarca. “También es saludable en el aspecto psicológico porque hay más interacción con la familia y la comunidad”.
Para Nicole Morales, es importante ejercer la práctica de la jardinería con su comunidad para poder educarse el uno con el otro intercambiando información necesaria. Además, para unir fuerzas entre todos y luchar por las necesidades de su comunidad.
“Es parte de la democracia, de que todos tengamos una voz, decir qué se puede hacer y qué se necesita”, dijo. “Estos eventos nos ayudan a reunirnos como comunidad para seguir aprendiendo y enseñarles a las futuras generaciones”.
Por otra parte, Abarca cuenta que ella tiene su propio jardín en casa donde siempre cultiva. Sin embargo, al enterarse de las necesidades de su comunidad por causa de la pandemia, ella sintió la motivación de realizar estos eventos de jardinería.
“Vi que muchas familias se paralizaron de miedo y no estaban preparadas”, dijo. “Me dijeron: «Qué vamos a comer»”.
Al escuchar la falta de alimentos como una de las principales preocupaciones de su comunidad, Abarca les dijo que los alimentos que necesitan están al alcance de sus manos.
Desde ese momento, ella aseguró que esa experiencia la llevó a impulsar la práctica de la jardinería que a su vez ayuda a reducir en parte el calentamiento global.
“Mi propósito acá en jardinería es que las personas que vengan a cultivar empiecen a tener más conciencia de esa interacción con la tierra”, dijo. “Cuando empiecen a tener conciencia del por qué y el para qué sembrar, ya estamos dando un paso”.