PHOENIX – Con los niveles de obesidad creciendo en los Estados Unidos, más expertos están analizando cómo pueden prevenir el colesterol alto en la juventud para ayudar a evitar serios problemas de salud en el futuro.
La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar colesterol alto, lo que puede provocar enfermedades cardiacas y cerebrovasculares, dos de las principales causas de muerte en el país.
Una forma de prevenir los niveles de colesterol no saludables en adultos es previniendolos en la niñez, dijo el Dr. Michael Domanski, un especialista en cardiología y profesor de medicina en la Universidad de Maryland.
“El colesterol alto desde el principio se queda contigo”, dijo. “Es una verdadera epidemia”.
El colesterol es una sustancia cerosa en el cuerpo. Ayuda a desarrollar células sanas, pero cuando las personas tienen demasiado colesterol, depósitos duros pueden formarse en las arterias y restringir el flujo sanguíneo o causar coágulos – lo que puede provocar un ataque cardíaco o derrame cerebral.
Para algunos, el colesterol alto es genético. Por otros, se debe a una dieta alta en grasa saturada y productos de origen animal, así como a la falta de ejercicio regular.
Con los gimnasios y las escuelas cerradas durante meses, la pandemia afectó la actividad física de niños y adultos, causando un aumento de peso.
El índice de masa corporal de los jóvenes de 2 a 19 años se duplicó en 2020 en comparación con los niveles previos a la pandemia, según el estudio publicado en septiembre por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.
Otro informe, publicado por la Fundación Robert Wood Johnson en octubre, encontró que entre los jóvenes de 10 a 17 años, Kentucky tuvo la tasa de obesidad más alta del país con un 24 %. La tasa de Arizona fue del 10 %, que está por debajo del promedio nacional del 16 %.
En general, la obesidad es más prevalente en jóvenes de color, según los datos, con las tasas más altas en niños hispanos y de raza negra.
Como grupo, los hispanos son “más propensos a tener sobrepeso, obesidad o exceso de grasa corporal”, dijo el Dr. Regis Fernandes, cardiólogo de Mayo Clinic en Phoenix. “Se reduce la actividad física, el tiempo sentado y el exceso de ingesta calórica”.
Según un informe de la American Heart Association, el 7 % de niños de 6 a 19 años tienen colesterol alto, que en personas más jóvenes se considera de 200 miligramos por decilitro (mg/dl) o más. El veintiuno por ciento está en niveles limítrofes, 170 a 199 mg/dl.
A nivel nacional, el 38 % de adultos tienen colesterol alto en el límite, una lectura entre 200 a 239 mg/dl, mientras que alrededor del 12 % tienen una lectura de colesterol total de 240 mg/dl o más. Las mujeres blancas y los hombres asiáticos e hispanos tienen la prevalencia más alta en ambas categorías.
La Dra. Reshmaal Gomes, cardióloga del grupo de cardiología Phoenix Heart, dijo que se debe poner más énfasis en diagnosticar y tratar el colesterol alto antes de los 20 años.
“A lo largo de los años, nos hemos centrado más en los adultos, pero en los últimos años lo que descubrimos es que no sucede de repente que tienes el colesterol alto cuando eres adulto”, Gomes dijo. “Es lo que ha llevado a este punto, y qué podemos hacer para averiguarlo y… cambiarlo”.
Debido a que no hay signos o síntomas de colesterol alto, los expertos recomiendan que los padres lleven a sus hijos a hacerse pruebas desde el principio y trabajen para aumentar la actividad física y reducir el tiempo frente a la pantalla.
La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que todos los niños de 9 a 11 años se sometan a pruebas de detección de niveles de colesterol. Para aquellos con ciertos factores de riesgo – padres o abuelos con niveles de colesterol de 240 a más, o que hayan tenido ataques cardíacos – se debe realizar una primera prueba de colesterol entre los 2 y los 9 años de edad.
Terri Drain, la presidenta de la Society of Health and Physical Educators, o SHAPE America, dijo que es importante educar a los jóvenes sobre por qué es importante la actividad física y cómo pueden volverse más activos.
“La instrucción física es la confianza y motivación para moverse”, dijo Drain, cuya organización desarrolla estándares para la formación en educación física en las escuelas. “Cuando los niños están instruidos físicamente, es más probable que participen en actividades físicas”.
Si un niño aprende a lanzar, por ejemplo, será más probable que participe en juegos que impliquen lanzar, como sofbol, béisbol, disco volador o captura, dijo.
Pero la instrucción física también trata de cambiar las actitudes de los niños hacia la actividad regular y ayudarlos a entender cómo eso puede enriquecer sus vidas”.
“Se trata del amor por el movimiento”, dijo Drain.
Educar a los niños y a sus padres sobre una alimentación saludable es otra forma de controlar la obesidad y el colesterol, dicen los expertos.
Cerca del centro de Phoenix, Garden on the Corner de la Escuela Primaria Garfield, brinda a los niños la oportunidad de cultivar sus propios vegetales y comerlos en sus almuerzos escolares, todo mientras aprenden sobre la importancia de una alimentación saludable.
“Es una forma de inculcar el hábito a los jóvenes, en lugar de más modificaciones y tener que trabajar en esos hábitos más tarde”, dijo Paige Mollen, presidenta de la Fundación Mollen, una organización sin fines de lucro de Arizona fundada en 2008 con la misión de combatir la obesidad infantil.
“De hecho, pueden verlo en la cafetería de la escuela, en el menú, lo que es realmente emocionante”, dijo Mollen.”Y también promueve la comida local, un suelo saludable, y eso crea más nutrición para los estudiantes”.
La reportera de Cronkite News, Molly Hudson, contribuyó a esta historia.